Cuando se intenta describir el vidrio borosilicato a otras personas, no es raro sufrir interrupciones con preguntas como: "Espera, ¿a qué tipo de material te refieres?" o "¿Podrías repetir el nombre del vidrio?".

Todo bien, se sabe que es perfectamente normal desconocer el vidrio borosilicato, pero es igualmente crucial comprender sus propiedades y atributos específicos. Este conocimiento puede aportar información sobre sus cualidades excepcionalmente valiosas, alterando potencialmente su percepción general del vidrio.

El borosilicato es un tipo de vidrio compuesto principalmente por sílice (dióxido de silicio) y óxido de boro. Esta composición química le permite no agrietarse con los cambios extremos de temperatura, como el vidrio normal.

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La adición de óxido de boro a la composición del vidrio de sílice reduce el coeficiente de dilatación térmica del vidrio, que es básicamente la velocidad a la que el vidrio se dilata cuando se expone al calor, lo que significa que tiene una tendencia mucho menor a dilatarse o contraerse con los cambios de temperatura en comparación con el vidrio normal.

Gracias a esta característica, el vidrio de borosilicato puede pasar sin problemas del congelador a la rejilla del horno sin sufrir ninguna fisura. Esta propiedad única permite verter con seguridad agua hirviendo en el borosilicato, por ejemplo para preparar té o café, sin temor a que el vidrio se rompa; además cumple las principales normas internacionales incluso para uso en laboratorio y es apto para calentar incluso bajo la llama.

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El borosilicato es conocido por sus propiedades únicas, que lo hacen muy deseable para diversas aplicaciones.

Resistencia térmica: El vidrio de borosilicato es muy resistente al choque térmico. Puede soportar cambios rápidos de temperatura sin agrietarse ni romperse, lo que lo hace adecuado para aplicaciones que implican calentamiento y enfriamiento, como la cristalería de laboratorio y los utensilios de cocina, entre muchas otras.

Resistencia química: Es muy resistente a la corrosión por productos químicos, ácidos y otras sustancias. Esta propiedad lo hace valioso para aplicaciones en laboratorios, donde se utiliza para varios tipos de cristalería, como vasos de precipitados, tubos de ensayo y matraces.

Transparencia: Es transparente y tiene una excelente claridad óptica. Esta propiedad es importante para aplicaciones en óptica, iluminación y cristalería especializada, donde es esencial una visibilidad clara.

Durabilidad: Gracias a su resistencia térmica y química, es bastante duradero y resistente. Puede soportar condiciones duras sin deteriorarse, lo que lo hace adecuado para aplicaciones industriales.

Precisión y claridad: Tiene una excelente claridad óptica, lo que es importante en aplicaciones en las que la visibilidad y la precisión son fundamentales.

Biocompatibilidad: Se considera generalmente biocompatible, lo que significa que no reacciona con los tejidos vivos ni los daña. Esto lo hace adecuado para aplicaciones médicas, como la microfluídica, donde puede entrar en contacto con muestras biológicas.

Facilidad de limpieza: Es fácil de limpiar y esterilizar gracias a su resistencia química. Las puntas fabricadas con este material pueden esterilizarse en autoclave o someterse a otros métodos de esterilización sin comprometer su integridad estructural.

No contaminante: Es inerte y no contaminante, por lo que es adecuado para aplicaciones en las que no se pueden introducir impurezas en la muestra o en el proceso.

Manipulación: Es susceptible de ser moldeado y manipulado con precisión, lo que permite la producción de creaciones con geometrías y características específicas para adaptarse a aplicaciones concretas.

Usos artísticos y decorativos: En campos creativos como el soplado de vidrio, puede utilizarse para crear diseños intrincados y visualmente atractivos gracias a la trabajabilidad y claridad del material. Echale un vistazo a nuestras Boropuff Sphere Series o a Boropuff Relax Series

En conclusión, aunque el vidrio borosilicato no sea tan universalmente reconocido como el vidrio normal, sus atributos únicos lo sitúan como un material versátil con una amplia gama de ventajas: un actor firme y valioso en industrias y aplicaciones que requieren calidad, precisión, fiabilidad y capacidad para soportar condiciones difíciles.